Eran los años 60 y la mamá de mi amiga viajaba por una autopista en Florida, en el punto donde se detienen a tomar un refresco hay también muchos muchachos jóvenes vendiendos sus cuadros. Esa vez compro uno, y a lo largo de su vida compro otros 3 más, cuadros que sus hijas juzgaban sin valor y bastante kitsch (huachafo dirian los peruanos).
Hoy en día estos cuadros son de colección, sus precios se han incrementado grandemente y hasta han escrito varios libros sobre ellos. Esto me hizo recordar un post de Bardales sobre el arte en Iquitos, la ciudad mas kitsch del Peru?. La ciudad donde me gustaría vivir.
Aquí más cuadros. Algunos me gustan, otros no. La serenidad y el color salvaje de la selva.